miércoles, 18 de febrero de 2009

Educación Intercultural: Derechos de la Infancia

Esta primera columna -como llamaré a cada artículo- se refiere a la situación de los derechos de la infancia, particularmente indígena y desde la perspectiva de la diversidad e interculturalidad. Lo que queremos es contribuir a la defensa de los derechos del niño y niña, de todos y en especial de los indígenas.

El primer derecho del niño mapuche es a nacer como niño o niña mapuche, del niño indígena a nacer como niño indígena. Esto comienza a cumplirse ahora que el Parlamento de Chile reconoce el derecho constitucional de derechos a su existencia como indígenas a partir de la reciente firma del Convenio 169 de la O.I.T.

Hay derechos que tienen los niños indígenas, extranjeros, inmigrantes forzados, discapacitados, sólo por el hecho de ser niños y que comparten todos los niños del mundo, sin distinción. Entre ellos a la educación, planteada en diversos artículos de la Convención de los Derechos del Niño, en especial en el 28 y 29.

Muestra una preocupación particular por el derecho del niño indígena a una educación que considere “inculcar al niño el respeto de sus padres, de su propia identidad cultural, de su idioma y sus valores, de los valores nacionales del país en que vive el niño, del país de que sea originario y de las civilizaciones distintas de la suya”.

Es decir, la educación y la sociedad, deben contribuir a que los niños y niñas valore su cultura y lengua indígena, que es la de sus padres, comunidad y pueblo y también la cultura global.

La Convención reconoce el valor de las “tradiciones y los valores culturales de cada pueblo en la protección y desarrollo armonioso del niño” (preámbulo), la tradición cultural, lingüística, religiosa, trasmitida de padres a hijos y/o por la comunidad (Art.5). El Estado debe tomar todas las medidas para proteger al niño “contra toda forma de discriminación o castigo por causa de la condición, actividades, las opiniones o las creencias de sus padres, de sus tutores o de sus familiares” (Art.2;2).

En la educación no puede haber discriminación, de ninguna especie, al contrario deben respetarse, valorarse y desarrollarse los valores, creencias, tradiciones propias de la cultura en la que los niños, niñas y jóvenes construyen su identidad.

La Convención otorga alta significación al derecho a la identidad: a su preservación y a un nombre (Art.8;1); a la protección contra toda forma de prejuicios (Art.19;1); a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión (Art.14;1); a su propia lengua (Art.30 y otros).

El niño, niña o joven tiene que fortalecer su identidad y autoestima a partir de lo que es su cultura, de lo que quieren de mejor sus padres y comunidad para cada uno de sus hijos, cada comunidad, cada familia, cada adulto no debe aceptar y debe luchar contra los prejuicios y discriminación a que se vean afectados sus hijos o hijas por cualquier razón. Los niños, niñas y jóvenes tienen derecho a pensar por sí mismos, a decir su Palabra, a expresar sus sentimientos y creencias religiosas con libertad y autonomía, guiados por la orientación seria y responsable de sus padres y familia en primer lugar y luego por sus autoridades tradicionales, religiosas, educativas reconocidas y valoradas por ellos.

El art. 30 es explícito en lo que obliga: “En los Estados en que existan minorías étnicas, religiosas o lingüísticas o personas de origen indígena, no se negará a un niño que pertenezca a tales minorías o que sea indígena el derecho que le corresponde en común con los demás miembros de su grupo, a tener su propia vida cultural, a profesar y practicar su propia religión o a emplear su propio idioma”. El derecho al uso y aprendizaje de las lenguas indígenas también es colocada en lo que se refiere a los medios de comunicación de masas. Les alienta "a que tengan particularmente en cuenta las necesidades lingüísticas del niño perteneciente a un grupo minoritario o que sea indígena". (Art. 17;d).

El aprendizaje del lenguaje es fundamental para la reproducción, existencia y socialización de un pueblo. Permite adquirir el dominio del lenguaje, de la comunicación, oral y escrita (en la escuela); es el principal canal por el que las creencias y actitudes sociales son comunicadas al niño o niña y recreadas por éstos; describe y aclara los roles en que el niño deberá identificarse y cumplir, para iniciar y otorgar, en el seno de su comunidad de habla, el sentido de pertenencia.

La lengua es la posibilidad transformadora de la Palabra. Vivir en la convivencia humana, mejorar las condiciones de vida, reproducir y recrear la cultura, posibilitar la conversación intercultural, requiere el aprendizaje de la lengua materna, en el caso indígena de cada pueblo. A partir del dominio de su lengua materna, mapudungun, aymara, Rapa Nui, llegar a manejar una, dos o más lenguas, el español, el inglés u otra, pero primero debe aprenderse la lengua materna a que se tiene derecho por el sólo hecho de ser niño o niña indígena. Además, como está probado por la investigación científica, quien comienza manejando bien su lengua materna puede aprender más fácilmente otros idiomas.

El aprendizaje de las lenguas originarias es una reivindicación político-cultural de los pueblos indígenas que se integra al conjunto de otras reivindicaciones que dicen respecto de la deuda histórica del Estado y Sociedad con los pueblos indígenas. Es obligación de las comunidades y las familias en primer lugar y de las escuelas y medios de comunicación a continuación, enseñar y fortalecer la lengua originaria de cada pueblo a través de la educación de sus niños, niñas y jóvenes. Donde se ha perdido es necesario trabajar por su recuperación. La lengua es fundamental para la existencia de un pueblo, para que sea reconocido por la sociedad global, para fortalecer la personalidad, identidad y autoestima de los niños, niñas y jóvenes.

Se inicia el año escolar 2009. El sistema educacional ¿está considerando estos derechos en las políticas y programas del año? ¿se perciben en las escuelas y Liceos? ¿ los educadores están planificando sus aulas considerando esta diversidad? ¿pueden efectivamente hacerlo o deben ajustarse a las normas nacionales de evaluación de rendimiento escolar? Son preguntas para debatir.

3 comentarios:

  1. Felicitaciones! Excelente iniciativa y excelentes reflexiones sobre el tema! Cuenten con nosotros del Instituto Paulo Montenegro y con NEPSO para apoyar y profundizar cuestiones tan importantes como esa!
    Ana

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  2. Mucha fuerza profesor
    El tema merece discusión en todos los medios posibles y este no es la excepción. La iniciativa es excelente y de a poco vamos iniciando esta conversación, desde ya cuente con mi apoyo y disposición.

    Gabriel Muñoz Huaracán

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  3. Muy interesante su tema, pero mas que interesante el tema, interesante la mirada.
    He leido su "columna" de principio a fin y la he vuelto a leer, y en esta segunda lectura he ido recreando en mi mente cada uno de los escenarios donde puedo encontrar el argumento para responder cada una de las pregunta que deja usted planteadas para el debate y cada respuesta es un no...no...no.. y no. Y no es nuevo para mi que encuentre un rotundo divorcio entre discurso y accion. Creo que hasta ahora se ha invertido mucho tiempo y dinero en estudios e investigaciones para "diagnosticar" el estado real de la educacion, de "nuestro sistema educacional" porque de este principalmente depende los lineamientos a seguir para alcanzar la tan anhelada "calidad".
    Sin embargo, cuando me tocado estar en una sala de clases, me sigue dando la impresion de que no han transcurridos los mas de 20 años, desde que cursé mi periodo escolar.
    No logro entender por que todas las buenas intenciones que parecen emanar desde las politicas publicas, siguen siendo solo eso "buenas intenciones" y cuando a alguien se le ocurre reclamarlas como un derecho,se tiene que conformar con mil excusas como respuesta y si por algun motivo se le ocurre alzar la voz para ser escuchado "mas arriba", por respuesta se obtiene ser tildado de "conflictivo"... de "inconformista".
    Mi comentario apunta a que lo importante es dar respuesta al "COMO" de las cosas, creo que estan las pautas para los cambios, ahora debemos comenzar a ejecutarlos y para ello "todos" debemos aportar.Creo que llevamos bastante tiempo traspasandonos la responsabilidad de mejorar las cosas y si hemos avanzado es muy poco (para no ser pesimista).Es tiempo de "afirmar el paso" si queremos ver los frutos. Los derechos de las personas se leen cada vez mas nitidos en el papel y suenan muy lindos en el discuso, pero es hora de que se reflejen en los rostros de las personas y se lean en los actos cotidianos...buena columna profesor...seguire reflexionando en torno al "¿COMO?"...saludos de un amigo...

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