jueves, 16 de febrero de 2012

DESDE RIO DE JANEIRO, BRASIL (1)

Hace algunas semanas estoy en Río de Janeiro, una semana con actividades académicas y temas pendientes y desde ahora con trabajo mas liviano y descanso. Hacía muchos años que no venía a Río, ciudad maravillosa como canta la canción y he visto algunas cuestiones que me hacen compartir reflexiones... nada de complejas o científicas, apenas impresionistas.

El vínculo entre ciudad y naturaleza sigue siendo espectacular. El mar verde juguetea con las suaves y extensas arenas de color oro, mientras del fondo emergen los verdes morros de formas sinuosas y sensuales. Las calles, edificios y casas se encuentran entre el mar y los morros llenas de gente animada. Hay una franja de cultura entre dos macizos naturales: el de las aguas y el de los montes. Entre el verde marino y oro arenisco y el verde vegetal y oro solar en el cielo azul que al recorrerlo termina fundido en el verde del mar. Es, sin duda un espectáculo muy hermoso, especialmente al atardecer (debo reconocer que no lo he visto nunca en la mañana temprano). Y en ese espacio vive la gente preparándose para el carnaval, ricos y pobres, jóvenes y adultos, todos.

Pienso como habrán visto los primeros portugueses y navegantes estas bellezas naturales con las poblaciones indígenas que las vivían, también naturales, pues todos somos parte de la naturaleza: sin duda que absortos por la belleza natural y de sus habitantes. Pero el imperialismo y el capitalismo entendió a esos "naturales" como un recurso más del ambiente y por ello fueron sometidos a la más fuerte explotación y aniquilamiento. Cuando algo de religiosidad quizás les tocó el corazón (y la falta de mano de obra los capitales) trajeron a otros "naturales", de otro mundo, ahora del Africa, a reemplazar a los nativos de aquí por los nativos de allá, dando origen a una de las mayores tragedias de genocidio de la historia de la Humanidad. Tragedia que se repitió a lo largo y ancho del continente durante siglos y que, en muchos territorios, aún persiste. Hay que aprender: los seres humanos, la cultura y la naturaleza debemos y podemos vivir en harmonía.

Una segunda cuestión que llama la atención es la relación con el cuerpo. Es muy tranquila. En la playa grandes y chicos, de lindos cuerpos, comunes como el de la mayoría o incluso nada "perfectos", delgados y gordos, con y sin celulitis, niños, jóvenes y adultos y de la tercera edad, niños con síndrome de down, se pasean tranquilamente en traje de baño, con zungas y biquinis, caminan por las calles, andan en bicicleta, sillas de ruedas o skate por la ciudad, donde se encuentran con personas que viven su día a día con ropa de trabajo, andan de paseo, pasean sus perros, van de compras, observan con camisetas de Flamengo o el Vasco y atraviesan las esquinas con sus hawahianas brasileñas havaiana. Nadie mira raro al que no responde a un patrón único, regulado, hegemónico de belleza. Lo importante es sentirse bien consigo mismo en la intimidad, lo privado y lo público.

En Chile aún le tememos a la exposición pública de nuestro ser tal como somos: alma, pensamiento y CUERPO. Durante años se escondieron a los enfermos y discapacitados, hoy ya no más, es un avance. El verse bien públicamente a veces esconde grandes dolores personales o endeudamientos monetarios, también un cierto clasismo aspiracional, pero lo importante es que "nos vean bien" y no que nos mostremos como somos, imperfectos, con gorduritas, cabellos blancos, cojeras, medio sordos, en fin, igual buenas gentes que somos capaces de querer y hacer que nos quieran... un arreglito está bien, aquí la gente también "se pone bonita"... pero lo importante es ser y sentirse y mostrarse bien como uno es y no como creemos que los otros nos quieren ver... pienso...

Cuando miro la puesta de sol en los morros de Ipanema y veo al fondo, montada en el morro de dois irmaos a la favela de Vidigal, con el Hotel Sheraton al frente de ella y del mar, pienso en las contradicciones de la vida urbana y moderna. Es el mundo de los pobres que expulsado del plano rico y poderosos se fue instalando arañando los cerros, paso a paso, casa a casa, confundida con el verde de la poderosa mata atlántica, hasta que se montó totalmente en ellos: expulsados si, pero tontos no. No tuvieron espacio en la ciudad comercial y residencial entonces se instalaron en el lugar con la vista más hermosa de la ciudad: donde al amanecer ven salir el sol por el mar sobre la playa dorada en que cada día la mujer carioca se paseaba para ser cantada por Vinicius de Moraes y Tom Jobin en "Garota de Ipanema". Al atardecer ven iluminarse la ciudad, las avenidas, las líneas de autos que recorren la costanera. Pero la favela también contribuye a sentir la emoción de lo bello, ver como se encienden sus luces domésticas, poco a poco en la falda del morro, mientras se oscurece el cielo por el sol oculto tras él, es una emoción de pacífica belleza. La luces de la favela dan un fondo de estrellas humanas a la avenida y litoral de Ipanema que hace un puente de luz con las estrellas del firmamento que emergen esperando a la luna, que no tarda en seguir al sol en su camino desde el fondo del mar a algún lugar lejano más allá de los morros, de las favelas y de la ciudad.

Es interesante, en muchos lugares los pobres se han instalado en los cerros, quizás por que Dios les indicó (y empujó un poquito) para que gocen de la belleza original y cultural mientras otros gozaban quien sabe de que gracias a la explotación humana y natural. No se. Pero las ciudades esconden muchos misterios y contradicciones y sólo en esa perspectiva pueden ser vividas y entendidas. Hay belleza en toda ella y en todas, explícita u oculta, excepto en esos rincones donde la vida humana es subhumana, ahí no hay belleza ni alegría, sino miseria y dolor injusto y degradante que no se mide por cantidad de cualquier cosa sino por la calidad de dignidad humana: esta es la medición que importa al final.

Eso por hoy con este reporte.

Um grande abracao

1 comentario:

  1. Profesor, mi nombre es Pamela Giglio, soy profesora de Filosofía y preparo mi tesis de magister en gestión y liderazgo sobre la educación en la escuela multigrado. Me ha seorprendido gratamente su ensayo sobre la educación para la población rural en Chile y quisiera saber si podría hacerle algunas preguntas via mail. Mi correo es pamelagiglio@yahoo.es
    Espero que me contacte.
    Saludos

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