viernes, 23 de septiembre de 2011

GRANDES LOGROS, GRAVES DEFICIT

En estas Fiestas Patrias debemos recordar ese Chile profundo que comienza a sacar su palabra, cargada de dolores y esperanzas. Desde el fin de la dictadura Chile ha tenido grandes logros: la pobreza bajó de 48% a 12%, 100% de madres tienen sus hijos con ayuda médica, indicadores de mortalidad infantil mínimos, no mueren niños(as) de hambre o diarrea, no hay epidemias o se controlan, los jóvenes crecen y con buena dentadura, sobre el 70% de las familias vive en casa propia o está comprándola con créditos, casi el 100% de los niños van a la escuela básica y sobre el 90 % a la media, crece la educación parvularia, el 40% de los jóvenes entre 18 y 25 años está en educación superior técnica o universitaria, sobre el 70% de las comunidades cuentan con agua potable o energía eléctrica, la mayoría de los territorios están conectados, miles de profesionales hacen postgrados fuera del país…

Chile ha dado un enorme salto gracias al esfuerzo de todos sus trabajadores, empresas, académicos y gobiernos de la época. Sin embargo emerge un país que quiere dar ahora otro salto: a la Justicia Social. Todo ha tenido un costo social alto, generado expectativas y hecho renacer sueños, esperanzas y utopías.

Las mayorías nacionales, populares e indígenas han despertado a la conciencia de la desigualdad y segregación profunda que se instaló en la sociedad por el modelo económico neoliberal y político autoritario, a las brechas escandalosas y corruptas que se descubren cada día, a la conciencia de que el crecimiento y el desarrollo se han levantado sobre la explotación y auto-explotación de las personas. La distribución de la riqueza producida por el trabajo creador, fuerte, doloroso muchas veces, con altos costos personales, de salud, comunitarias o familiares no ha beneficiado a todos de una manera justa. Las ganancias de las ISAPRES y el alto costo de la salud que se apropia del dinero cuando se es joven y sano y no la financia cuando se es mayor y más enfermo, del Sistema Bancario con tasas de interés usureras y ganancias iguales a la pérdida de ahorro de sus deudores, el aumento de los pasajes de buses en los feriados, el alza extraña de la bencina, las ganancias de las AFPs en las cuales “Moya” pierde ahorros, las empresas mineras que en Chile “pierden” dinero al extraer el cobre, el valor de algunos vehículos que cuestan lo que gana un trabajador en años, las hidroeléctricas y termoeléctricas que hipotecan Chile a las próximas generaciones, los engaños de La Polar o las Farmacias, el lucro en la educación que bajo formas legales, ilegales o al borde de la legalidad cobra al estado y a las familias, las endeuda y entrega una educación ideologizada y de baja calidad…

Desde lo construido con enorme esfuerzo por los trabajadores, empresarios de todas las modalidades y tamaños de empresas y gobiernos democráticos de estas dos últimas décadas, ahora Chile exige construir democráticamente otro país.

La mayoría de los chilenos, chilenas, indígenas y no indígenas y extranjeros que viven en nuestra patria sueñan y luchan por Justicia Social. Hoy el nombre de la Justicia Social es Equidad, Calidad, Participación y Cooperación en el día a día, producción, trabajo y distribución. La lucha por una educación pública de calidad es parte de esa denuncia de la injusticia general y de anuncio de la utopía y esperanza de una patria justa para todos y todas, sin discriminación, sin segregación.


http://edicionimpresa.soychile.cl/temuco/?fp=20110922&pag=10

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